domingo, 15 de marzo de 2009

Paranoia 0.1.

-Me han dicho que perdí mi tiempo.

-Entonces búscalo, ¿no?

Y la pequeña Alicia salió del portal y empezó a buscarlo.

Alicia nos contó que ese día hacía mucho frío. "Había nevado", dijo con una sonrisa. Las calles estaban muy resbaladizas, y los gatos que salían, curiosos, de sus escondites, tenían copos de nieve en el lomo. Alicia pudo ver una pareja de enamorados besándose bajo un soportal cercano.

Alicia tenía muchísimo frío, porque había salido descalza de casa, e iba dando saltitos para tratar de tocar la nieve lo menos posible. Una mujer anciana que estaba echando sal en el camino que llevaba a su casa la vio, y se acercó a ella.

-¿Por qué vas descalza? -preguntó.

-Se han llevado mis zapatos -dijo Alicia.

-¿Y no te importa?

-Yo dejé que se los llevaran -respondió ella con una sonrisa.

La mujer miró a Alicia como si estuviera loca y volvió a su casa sin despedirse. Por su parte, la pequeña prosiguió su camino.

Alicia pasó frente a un banco de madera y decidió sentarse. El banco estaba cubierto de nieve, así que sólo consiguió tener más frío. Además, llevaba un vestido de tirantes que no abrigaba nada.
Pasó junto al banco un hombre que se la quedó mirando. Alicia saludó a aquel hombre con la mano y éste se acercó.


-¿Por qué vas vestida así? Enfermarás.

-No pasa nada. Siempre tengo frío.

El hombre pensó que Alicia había escapado de algún manicomio y se marchó lo más deprisa que pudo.

Alicia no estaba loca, sólo estaba cansada. Así que buscó un sitio donde dormir durante un rato. Encontró un puente de piedra que atravesaba un riachuelo helado. Bajo él, había un pequeño saliente de roca, así que Alicia pensó que ese era el lugar ideal para echar una siesta.

Por allí pasó una niña pequeña con un perro azul. Saludó a Alicia, pero esta estaba durmiendo y no se dio cuenta. La niña se acercó a ella y la despertó.

-¿Por qué estás durmiendo? -quiso saber.

-Porque sólo durmiendo soy feliz -dijo Alicia.

-¿Por qué no eres feliz?

-Porque alguien se llevó mis zapatos, y mi chaqueta.

-¿Y por qué no vas y se los pides a quien te los quitó?

Y Alicia se levantó y fue a buscar a la persona que le había quitado sus zapatos y su chaqueta.
Él siempre estaba pensando, así que debía estar en el parque. Alicia fue hasta el parque y buscó al chico. Y lo encontró allí sentado, en uno de los bancos de piedra cubiertos de nieve. Junto a él estaban los zapatos y la chaqueta de Alicia. Ésta se los pidió y él se le quedó mirando con ojos como platos.


-Pero tú me los diste -dijo extrañado.

-Es que tengo mucho frío sin ellos -respondió Alicia.

-¿Ya no quieres que lo tenga?

-No es eso. Es que los necesito. La nieve está muy fría.

El chico miró a Alicia. Tenía las manos y los pies totalmente enrojecidos. Así que le puso la chaqueta y le dio los zapatos y le pidió perdón por habérselos quedado tanto tiempo.

Alicia regresó a casa con sus zapatos y su chaqueta.

-¿Has encontrado tu tiempo perdido? -la preguntaron.


-No lo había perdido -contestó Alicia -. Sólo había olvidado dónde lo había dejado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Usted está aquí.


1999 Love Of Lesbian

Piscinas En Verano