martes, 7 de abril de 2009

Tres metros gñá.

Había una puerta blanca. Recuerdo que sentí que se me caía el alma al suelo cuando me dijeron que nunca estaría abierta. Al menos no para mí. Luego empecé a experimentar una especie de pasividad que terminó por matarme.

Ayer me preguntaron qué fue lo último que pensé cuando se apagaron las luces y vi tu cara a tres metros luz de la mía.

"Gñá..."

1 comentario:

Usted está aquí.


1999 Love Of Lesbian

Piscinas En Verano